El travesti más alto del mundo quiere Juegos Olímpicos

17.03.2012 | 19.33

Un jugador de basquetbol que pasó los primeros 21 años de su vida como Greg ha puesto sus ojos en el equipo de baloncesto

femenino de EEUU para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

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Greg construyó su exitosa carrera en el baloncesto como un hombre y jugar en la NBA era una posibilidad certera.

Sin embargo, el excepcional jugador de básquet de Cleveland, Ohio, cree ahora que dedicaba su vida al deporte para cubrir

sus verdaderos sentimientos: que era una mujer en el cuerpo de un hombre.

Su historia bien podría ser el argumento de una película de Hollywood. De niño amaba jugar con la ropa de su madre, pero

tanto lo castigaba sus padres por ello que durante 21 años vivió confundido.

A los 21 años, Greg Walker, de 2,13 metros de altura, tenía todo lo que un muchacho universitario estadounidense puede

anhelar: era muy popular entre sus pares, triunfaba en el equipo de básquetbol, tenía buena presencia y tenía un montón de

mujeres a sus pies. Sin embargo, no era feliz. "Lo que realmente odiaba era que estaba escondiendo mi verdadero yo detrás

de una vida atlética", confesó, ya con aspecto de mujer, en una entrevista con el Daily Mail.

"Me hicieron un montón de fiestas de fraternidad en donde todo el mundo se moría por traerme las bebidas. Era muy popular".

El quiebre se produjo en el tercer año de la universidad, con la mitad de la temporada aún por jugar. Greg dijo basta y le

dio vida a Lindsey, el nombre que eligió para el resto de su vida. "Era muy abrumador para mí e hice lo que realmente tenía

que hacer en ese momento", relató Walker. Y agregó: "Dejé de jugar, de entrenarme y de levantar pesas. Desde ahí, comencé

un camino largo, en el que estoy muy bien".

Luego de tomar esa decisión, Walker comenzó a ver un terapeuta de género y a un médico, quien le recetó el tratamiento

hormonal para comenzar a cambiar su sexo. Si todo sale como está diagramado, Lindsey planea someterse a una cirugía para

estilizar su rostro y para cambiar sus genitales masculinos por femeninos.

"Desarrollé mis pechos de manera natural, como cualquier joven en su pubertad. Además, el pelo de mi cuerpo disminuyó, mi

piel se puso más suave y perdí el deseo sexual que tenía como hombre", contó la ahora joven de 26 años.

Hay algunas cosas que las inyecciones de hormonas no pudieron cambiar. Lindsey siente que si hubiera iniciado la transición

antes de la pubertad, ella no habría llegado a medir 2,13 metros de altura. "Igualmente no tengo miedo de ser quien soy",

afirma.

"Nunca perdí las ganas de jugar al básquetbol profesionalmente". Por eso, luego de completar el tratamiento de cambio de

sexo, su siguiente meta será jugar con la selección femenina de los Estados Unidos los Juego Olímpicos de río de Janeiro

2016.

Hoy Lindsey tiene mucho cabello castaño, usa corpiño copa B-y vive la vida como la mujer que siempre llevó en su interior.

Lindsey se ha contactado con Libro Guinness de los Récords con la esperanza de que sea oficialmente reconocido como el más

alto transexual del mundo.
el espectador



Esta noche pelearán el argentino Sergio "Maravilla" Martínez y el inglés Matthew Macklin, en el Madison Square Garden de

Nueva York, Estados Unidos. El combate esta enmarcado en la división mediano y a la distancia de doce rounds y marcará el

regreso a los cuadriláteros del boxeador quilmeño

DS